Llevaba dando vueltas al tema mucho tiempo: la casa de la finca del torero Lagartijo, a la salida de Córdoba en dirección a Rabanales y las Quemadas, amenazaba con venirse abajo el día menos pensado, toda vez que al declararla protegida el Ayuntamiento, quedaba prohibido derribarla directamente. Los días y las lluvias intensas fueron pasando, hasta que una mañana, conduciendo hacia Rabanales, me encontré la temida estampa de un derrumbe parcial de la casa.
Decidí preguntar al Tabernero de la Calleja si tenía alguna foto o pensaba hacerla, para que quedara como recuerdo, porque era evidente que a la casa ya no la salvaba ni el arcángel San Rafael. Supongo que se cogería la moto y se plantaría allí a retratar lo que quedaba del cortijillo, porque a los pocos días me envió la imagen.
La tapia que Rafael Molina Sánchez mandó construir, derribar y volver a construir, delimitando su finca, con el fin de paliar, a su manera, la pobreza que existía entre los braceros cordobeses, se va cayendo también trozo a trozo con las inclemencias de cada invierno.
Así que como era una entrada facilita de escribir, y no tengo ganas de partirme la cabeza antes de las vacaciones, os dejo esta imagen para el recuerdo del cortijo de Lagartijo: lo suficientemente caído para que sintamos vergüenza por su situación, lo suficientemente en pie como para que lo añoremos.
Mucho descanso y buena semana.
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Edito: me ha enviado Ildefonso López, colaborador habitual de Cordobapedia, un artículo muy interesante sobre cómo se construyó la famosa “cerca de Lagartijo”. Os recomiendo echarle un vistazo, para completar la visión del tema. Había pensado en colgarlo en una entrada nueva, pero pensando en un futuro curioso que busque en Google, mejor ponerlo todo junto aquí.