Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama

El Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama está siendo todo un éxito de asistencia, así cómo de remedio al desarrollo de casos intratables de esta enfermedad femenina.

Más de 9.900 mujeres de toda la provincia han participado en este programa del área hospitalaria del hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba durante el primer semestre del año.

Es destacable que el 75 por ciento de la “población diana” (mujeres que cumplen el perfil de destinatarias de este proyecto) no falta a su cita médica periódica. De esta manera, la enfermedad puede ser detectada en los primeros estadios de desarrollo.

Por ello, el 70 por ciento de los tumores detectados, se encuentran en el estadio inicial, lo que implica que el porcentaje de superación de la enfermedad es del 90 por ciento.

Y es que la detección precoz es fundamental para impedir el desarrollo del cáncer de mama. Pero no es la única herramienta. El avance de nuevos procedimientos de diagnóstico también ha favorecido a esta lucha. Por ejemplo, el uso de la resonancia magnética en pacientes con cáncer de mama.

El 75 por ciento de las mujeres que cumplen el perfil de destinatarias de este proyecto no falta a su cita médica periódica

El Hospital Universitario Reina Sofía también ha dado un paso adelante, apostando por la investigación e incorporación de nuevas técnicas y progresos que mejoran la atención de las pacientes. Por ejemplo, el estudio molecular en el cáncer de mama permite aplicar tratamientos para reducir el tamaño tumoral antes de la intervención quirúrgica, lo que incrementa la tasa de cirugías conservadoras.

Además, el trabajo conjunto de los cirujanos generales y plásticos está logrando mejores resultados a la hora de conservar la mama, gracias a la cirugía oncoplástica. La pérdida de una mama tras sufrir esta enfermedad, era muy común no hace demasiado tiempo, y afectaba muy negativamente a la sicología de la paciente.

En lo que va de año, han sido tratadas 356 mujeres en el Hospital Reina Sofía. En dos de cada tres casos se ha podido utilizar la cirugía conservadora y se ha podido intervenir con tratamientos ligeramente menos agresivos, para preservar al máximo la mama de las pacientes. En los casos en los que la mastectomía ha sido necesaria, la reconstrucción mamaria ha sido inmediata en un 33 por ciento de las mujeres intervenidas.

El Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama va dirigido a mujeres con edades comprendidas entre los 50 y 69 años. No obstante, se recomienda que las mujeres consulten con su médico, dejando la edad al margen, ante cualquier variación en sus mamas.

Acampada Dignidad

La unión hace la fuerza. Esa es una de las bases de las que surge la “Acampada por la Dignidad”, un grupo de personas que quiere hacer frente a las políticas de recortes y promover cambios sociales. En un sistema donde la justicia y la democracia parecen haberse perdido, un grupo de valientes cordobeses y cordobesas, han tomado su propia iniciativa.

El colegio Rey Heredia, en desuso desde hace años, fue ocupado de manera pacífica por este movimiento social. Una vez dentro, se celebró la primera Asamblea para poner en marcha actividades e iniciativas en las que participarán vecinos y colectivos del Distrito Sur de la ciudad. El objetivo es volcar actividades de sensibilización y movilización social.

Los continuos ataques a los derechos sociales, civiles y laborales han llevado a este colectivo a movilizarse. Es su forma de dar una respuesta social a todas las injusticias de las que están siendo víctimas.

La Acampada Dignidad ha redactado un Manifiesto tras ser debatido y aprobado en Asamblea. Persiguen crear un movimiento social, plural y participativo. Para ello quieren conseguir la mayor difusión y adhesión posible entre los cordobeses, así como asociaciones, colectivos u organizaciones.

El Ayuntamiento de Córdoba envío un ultimátum para que desalojasen el edificio. Ante tal propuesta, la Acampada Dignidad ha acordado en Asamblea “no aceptar ningún ultimátum y hacer expresa la voluntad de la Acampada Dignidad de continuar dando vida al colegio rey Heredia, abandonado desde hace años, y llenarlo de actividades, poniéndolo a disposición de los colectivos del barrio y sus vecinos”.

Entre las iniciativas que han surgido de esta Acampada Dignidad destaca un banco de alimentos, un comedor social, una biblioteca, una ludotecas, un espacio de trueque, una asamblea de parados, coloquios y hasta clases de apoyo. Además, la Acampada ya ha iniciado trabajos de limpieza y acondicionamiento del olvidado colegio, un punto estratégico que ha visto nacer un nuevo movimiento social.

La aventura universitaria

Comienza el nuevo curso universitario y muchos son los jóvenes que parten de casa de sus padres, de su hogar de toda la vida, para vivir la experiencia de la independencia.

Córdoba, una de las ciudades universitarias por excelencia, ve como jóvenes de todas las provincias llegan a sus calles buscando el piso ideal para pasar todo el curso académico. Una morada que se convertirá en su refugio, en su hogar lejos de casa.

Todos buscan los mismo, un piso con buen ambiente, pero sobre todo, que sea asequible a sus bolsillos estudiantiles. En Córdoba hay dos barrios por los que suelen decantarse los jóvenes universitarios: Ciudad Jardín y el Parque de Cruz Conde. Su proximidad a la estación de trenes y autobuses, así como su cercanía a determinadas facultades, los convierte en las zonas más demandada por el sector universitario.

La variedad de pisos que ofrecen ambas zonas es muy amplia. Tanto por el precio (puede oscilar entre los 400 y 600 euros mensuales), como por las diferentes comodidades que puedan ofrecer. Que una vivienda tenga aire acondicionado o ascensor, es factor que influye en el precio.

Ciudad Jardín, zona de estudiantes por excelencia por los pisos económicos que ofrece, también ha visto incrementar sus precios.

Algunos arrendatarios, tienden a alquilar el piso por habitaciones, es decir, que cada inquilino pague un precio por su habitación. Hay lugares en los que compañeros de piso pagan un precio diferente según las características de cada habitación. A mayor tamaño o mayores comodidades, más precio, pese a que el resto de la vivienda sea común para todos.

También hay estudiantes que repiten cada año en el mismo piso de alquiler, e incluso con los mismos compañeros. Una vez que han encontrado una zona de confort fuera de sus hogares es difícil perder esa ocasión.

Este año, según datos consultados, serán más de 17.000 los universitarios que acudan a la institución académica cordobesa. Entre ellos, estudiantes procedentes de otras zonas andaluzas, e incluso del resto de España y del extranjero. Universitarios que empiezan su aventura de independencia y autonomía.

Curso-Taller de crítica de cine

Coincidiendo con el 10 aniversario del Festival de Cine Africano de Córdoba, del 14 al 18 de octubre tendrá lugar el Curso-Taller de Crítica de Cine. El taller es gratuito y está dirigido a estudiantes y jóvenes profesionales de la comunicación. Las plazas están limitadas y el plazo de matrícula termina el próximo día 27 de septiembre. Aquí puedes ver las bases para participar

Está prevista la asistencia de estudiantes marroquíes y senegaleses, becados por el programa “ACERCA” y seleccionados por las embajadas españolas en Dakar y Rabat. La selección de estos estudiantes se ha llevado a cabo en función su relación con el periodismo cultural, su formación en cine y las nuevas tecnologías, de manera que el curso pueda ser provechoso para la promoción de las cinematografías de sus países de origen. Todos ellos son jóvenes periodistas con experiencia en el campo de la crítica cinematográfica y con un nivel medio de español.

Críticos de prestigio. El curso reúne a reconocidos profesionales del terreno de la crítica cinematográfica con el objetivo de ofrecer una introducción teórica y práctica de la crítica de cine, ahondando en los espacios innovadores propiciados por las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.

Bajo la dirección académica de Alfonso Crespo, teórico y crítico en prensa especializada (Diario de Sevilla, News from Home, Revista Lumière, So-Film España), este curso-taller persigue no sólo dar a conocer los criterios de análisis del filme, sino también ofrecer también una orientación profesional a los alumnos que quieran desarrollar esta especialidad.

El resto de expertos invitados son los críticos Francisco Algarín Navarro y Francisco Javier Benavente Burian; Beatriz Leal Riesco, redactora en numerosos medios africanos y programadora del New York African Film Festival; y Olivier Barlet, especialista en cines africanos y director de Africultures.

El programa del curso-taller se divide en clases teóricas en horario matinal, impartidas en las instalaciones cordobesas del Instituto Andaluz de la Juventud; tras las cuales se invitará a los estudiantes a asistir a los Aperitivos de Cine en Casa Árabe, en los que podrán charlar acerca de las cinematografías africanas con los cineastas invitados. Además, los estudiantes podrán poner en práctica las habilidades adquiridas durante el curso, realizando críticas y artículos sobre una selección de películas programadas en esta edición FCAT Córdoba, bajo la orientación de los docentes. Tendrá lugar así mismo una colaboración mutua con el gabinete de prensa del festival.

El otro Vía Crucis

Uno siempre se alegra de que en su ciudad haya eventos históricos. Uno siempre quiere ver que su ciudad se mueve, que la gente disfruta, que se echa a la calle, uno siempre se alegra de salir y encontrarse casualmente con amigos, con conocidos, con los que improvisar una charla.
En Córdoba salimos casi por obligación cuando hay algo importante, ya nos pueden anunciar una Noche Blanca del Flamenco, una Shopping Night o un Vía Crucis. Ayer era un día de esos, un día que, por único, todos quisimos vivir en primera persona, no había un rincón del centro de Córdoba por el pasear sin encontrarte con algún conocido, con algún amigo al que preguntar “¿cómo está la cosa por allí?” y la respuesta, desde primeras horas de la tarde era la misma: “no vayas que no se puede pasar”.
Uno siempre se alegra de que haya cosas en su ciudad, y uno quiere disfrutarlas, y ahí es donde empiezan los problemas. Uno siente la ciudad como suya, uno se siente parte de su ciudad hasta que comprueba que le están tomando el pelo.
Ayer la Ribera estaba cortada, el Puente Romano estaba cortado y la calle Amador de los Ríos estaba cortada. A uno le gusta pasear por el entorno de la Judería a diario, y quería disfrutar ayer de ese entorno con un aliciente especial, a uno le gusta ver cómo su ciudad se viste de gala. Pero no, la ciudad se vistió de gala para quienes pagaban el peaje de la Ribera, el Puente Romano y la calle Amador de los Ríos. De pronto, las calles de la ciudad en la que pagamos impuestos son privadas. Uno intenta acceder por Amador de los Ríos y le piden entrada, levanta la vista y se topa con el edificio del Obispado, uno baja a La Ribera y ante la misma negativa de acceso mira al cielo y vuelve a ver el edificio del Obispado, uno se da un paseo para calmar los nervios hasta el puente de San Rafael, cruza el Campo de la Verdad, pasa junto a la Calahorra y al llegar a la puerta del puente se encuentra a un señor con pinganillo pidiéndole de nuevo el peaje, y uno, una vez más levanta la vista y ahí está, el edificio del obispado.
Ayer parecía que los aledaños del Obispado eran propiedad del obispado. Todo el entorno era como una urbanización privada en la que había un cartel en forma de hombres con pinganillos en el que ponía “Prohibido el paso a toda persona ajena” y como todo cartel en condiciones, también tenía su letra pequeña “Con dinero todo se consigue”. Hay quien compra un sitio en el cielo, hay quien compra una silla en carrera oficial y sí, ayer había quien se dedicó a vender el acceso a una calle pública. Y uno se va a casa sin ver un solo paso, y pensando en el negocio, en ponerse en la esquina de su calle con una valla y un pinganillo y cobrar peaje a quien quiera pasar.
Y es que uno se alegra de que haya cosas en Córdoba, de verdad, hasta que la fe de algunos le quita el derecho de pasear por las calles de la ciudad en la que paga religiosamente sus impuestos.